The Mark of the Beast

The term “beast”, used in the book of Revelation from the Christian Bible, is the same beast mentioned in the Faithist Bible. This beast is the “self.” The “mark” is the personality and traits of those who revel in carnal desires and who wish to control others. Thus, when you read “mark of the beast,” it is the same as saying “personality of the beast” or “likeness of the beast.”

Sometimes the evil one, satan, is thought of as the beast because there is no better example of greed, control, confusion, carnality and dread.

The evil one causes those who are like it to develop a heart of greed with no cares other than for the self.

The evil one likes to control others and wants others to practise the same control over those whom they believe to be below them.

The evil one also brings about confusion among people of the world and anyone else it can influence, including some of those who are attempting to worship the Creator in righteousness.

The evil one is the archetype of carnality. Everything it influences has some degree of carnality within it. Carnality is seen as the sum of everything that is against the Heavenly Father. Carnality can be any form or level of sin and sinful desires.

The evil one is the sower of dread among all human beings and lower spirit beings. The evil one stirs unfounded fear in the hearts of others in order to take control of them as an animal caught in the snare of a hunter.

As a human being, you have experienced greed by seeing it in others, being discriminated against by others who are greedy, and by your own actions at one time or another. This is part of being imperfect in your world. However, you are able to rise above this over time with the practice of the Virtues.

In a similar manner, you are already used to seeing people controlling others. An evil, corrupt government system desires to control the will of its citizens by enforcing certain types of taxes, tariffs or other regulations above and beyond what is necessary for basic maintenance of the country it controls, while at the same time, not genuinely caring for its citizens. Some governments even establish religious rules concerning how a person should and should not worship. These types of governments have created authorised religious groups and oppose others. This is the reason why you often hear of the persecution of those who are not part of the established religions of the beast.

Governments, certain religious and political groups which are under the control of the evil one, are machines producing propaganda leading to the confusion of humanity. Often what these groups tout as fact is nothing more than a blatant lie mixed with just enough truth to cause confusion among those hearing or reading it. The modern-day governments and media of your world are experts at spreading propaganda.

The evil one knows that the above mixture of greed, control, confusion, and carnality leads to dread and panic among the people of the world. Some people become so fearful that they lose all hope of tomorrow. When this occurs, the evil one has succeeded.

When a person practises greed, control, confusion, and carnality, they are mimicking the beast (satan). In other words, they have the mark of the beast because they are like the beast in its actions and thoughts.

The book of Revelation in the Christian Bible refers to not being able to sell and buy unless one has the mark of the beast. If one refuses to act like the beast, one is often excluded from its riches and chambers (secrets), treasure houses and inner circles. The followers of the beast laugh at those who practise righteousness. If you stand up against abortion, you are laughed at and mocked by the unbelievers.

No one is forced to have the mark of the beast. A person decides on his or her own whether or not to be greedy, sinful or narcissistic. If a person chooses to believe that the mark of the beast is something other than what has been stated here and in the Scriptures of Light, then you have fallen for the tricks of the beast and are a likely candidate of being branded with its mark.

The true worshippers of the Creator are those who pray against such vices. The Eternal Father’s people practice a virtuous life that brings honour and glory to the Creator.

Instead of falling into a life of complete dread, fall down on your knees before the very presence of the Eternal One of the highest heavens. It is He who shall comfort you in times of trouble. He will give you a mind of peace and a heart of love. Comfort others with His promises that one day, humankind will no longer be under the rule of the beast.

Trust in the Heavenly Father and walk in His light and you shall know of the peace that comes to those who are not of the world.


Español

La Marca de la Bestia

El término “bestia”, usado en el libro del Apocalipsis de la Biblia cristiana, es la misma bestia mencionada en la Biblia Fielista. Esta bestia es el “yo.” La “marca” es la personalidad y los rasgos de aquellos que se deleitan con los deseos carnales y desean controlar a los demás. Por lo tanto, cuando leas la “marca de la bestia”, es lo mismo que decir la “personalidad de la bestia” o “semejanza a la bestia.”

A veces la malvada, satanás, es considerada como la bestia porque no hay mejor ejemplo de codicia, control, confusión, carnalidad y pavor.

La malvada hace que aquellos que son como ella desarrollen un corazón de codicia sin más preocupaciones que el yo.

A la malvada le gusta controlar a los demás y quiere que los demás ejerzan el mismo control sobre aquellos que creen que están por debajo de ellos.

La malvada también provoca confusión entre las personas del mundo y cualquier otra persona a la que pueda influir, incluidos algunos de los que intentan adorar al Creador en justicia.

La malvada es el arquetipo de la carnalidad. Todo lo que ella influye tiene algún grado de carnalidad en su interior. La carnalidad se ve como la suma de todo lo que está en contra del Padre Celestial. La carnalidad puede ser cualquier forma o nivel de pecado y deseos pecaminosos.

La malvada es la sembradora del pavor entre todos los seres humanos y seres espirituales inferiores. La malvada despierta miedo infundado en los corazones de los demás para tomar el control de ellos como un animal atrapado en la trampa de un cazador.

Como ser humano, has experimentado la codicia al verla en los demás, al ser discriminado por otros que son codiciosos y por tus propias acciones en un momento u otro. Esto es parte de ser imperfecto en tu mundo. Sin embargo, puedes superar esto con el tiempo mediante la práctica de las Virtudes.

De manera similar, ya estás acostumbrado a ver a personas controlando a los demás. Un sistema de gobierno malvado y corrupto desea controlar la voluntad de sus ciudadanos imponiendo ciertos tipos de impuestos, aranceles u otras regulaciones más allá de lo que es necesario para el mantenimiento básico del país que controla, mientras que al mismo tiempo, no se preocupa de verdad por sus ciudadanos. Algunos gobiernos incluso establecen reglas religiosas sobre cómo una persona debe o no debe adorar. Esta clase de gobiernos han creado grupos religiosos autorizados y se oponen a otros. Esta es la razón por la que a menudo oyes hablar de la persecución de aquellos que no son parte de las religiones establecidas de la bestia.

Los gobiernos, y ciertos grupos religiosos y políticos que están bajo el control de la malvada, son máquinas que producen propaganda que conduce a la confusión de la humanidad. A menudo, lo que estos grupos promocionan como un hecho no es nada más que una mentira descarada mezclada con la verdad suficiente para causar confusión entre quienes la escuchan o la leen. Los gobiernos y los medios de comunicación modernos de tu mundo son expertos en difundir propaganda.

La malvada sabe que la mezcla anterior de codicia, control, confusión y carnalidad conduce al terror y al pánico entre la gente del mundo. Algunas personas se vuelven tan temerosas que pierden toda esperanza del mañana. Cuando esto ocurre, la malvada ha tenido éxito.

Cuando una persona practica la codicia, el control, la confusión y la carnalidad, está imitando a la bestia (satanás). En otras palabras, tiene la marca de la bestia porque es como la bestia en sus acciones y pensamientos.

El libro del Apocalipsis en la Biblia cristiana se refiere a no poder vender y comprar a menos que uno tenga la marca de la bestia. Si uno se niega a actuar como la bestia, a menudo uno es excluido de sus riquezas y aposentos (secretos), tesoros y círculos internos. Los seguidores de la bestia se ríen de los que practican la justicia. Si te opones al aborto, los incrédulos se ríen y se burlan de ti.

Nadie está obligado a tener la marca de la bestia. Una persona decide por sí misma si es o no codiciosa, pecaminosa o narcisista. Si eliges creer que la marca de la bestia es algo diferente a lo que se ha dicho aquí y en las Escrituras de la Luz, entonces te has dejado engañar por los trucos de la bestia y eres un probable candidato a ser marcado con su marca.

Los verdaderos adoradores del Creador son aquellos que oran contra tales vicios. El pueblo del Padre Eterno practica una vida virtuosa que honra y glorifica al Creador.

En lugar de caer en una vida de completo pavor, arrodíllate ante la presencia misma del Eterno de los cielos más altos. Él es quien te consolará en tiempos de angustia. Él te dará una mente de paz y un corazón de amor. Consuela a otros con Sus promesas de que un día la humanidad ya no estará bajo el dominio de la bestia.

Confía en el Padre Celestial y camina en Su luz, y conocerás la paz que viene a los que no son del mundo.


Português

A Marca da Besta

O termo “besta”, usado no livro do Apocalipse da Bíblia Cristã, é a mesma besta mencionada na Bíblia Fidelista. Esta besta é o “ego”. A “marca” é a personalidade e os traços daqueles que se deleitam em desejos carnais e desejam controlar os outros. Assim, quando você lê “marca da besta”, é o mesmo que dizer “personalidade da besta” ou “semelhança da besta”.

Às vezes, o maligno, satan, é considerado a besta porque não há melhor exemplo de ganância, controle, confusão, carnalidade e horror.

O maligno faz com que aqueles que são semelhantes a ele desenvolvam um coração ganancioso, sem preocupações além do ego.

O maligno gosta de controlar os outros e deseja que os outros pratiquem o mesmo controle sobre aqueles que eles acreditam estar abaixo deles.

O maligno também causa confusão entre as pessoas do mundo e qualquer outra pessoa que ele possa influenciar, incluindo alguns daqueles que estão tentando adorar o Criador em justiça.

O maligno é o arquétipo da carnalidade. Tudo que ele influencia tem algum grau de carnalidadedentro de si. A carnalidade é vista como a soma de tudo o que é contra o Pai Celestial. Carnalidade pode ser qualquer forma ou nível de pecado e desejos pecaminosos.

O maligno é o semeador do terror entre todos os seres humanos e seres espirituais inferiores. O maligno desperta um medo infundado nos corações dos outros, a fim de assumir o controle deles como um animal preso na armadilha de um caçador.

Como ser humano, você experimentou a ganância ao vê-la nos outros, ao ser discriminado por outros que são gananciosos e por suas próprias ações em um momento ou outro. Isso faz parte de ser imperfeito em seu mundo. No entanto, você é capaz de superar isso ao longo do tempo com a prática das Virtudes.

De maneira semelhante, você já está acostumado a ver pessoas controlando outras. Um sistema de governo perverso e corrupto deseja controlar a vontade de seus cidadãos, aplicando certos tipos de impostos, tarifas ou outros regulamentos acima e além do que é necessário para a manutenção básica do país que ele controla, enquanto ao mesmo tempo, não se preocupa genuinamente com seus cidadãos. Algunsgovernos até estabelecem regras religiosas sobre como uma pessoa deve e não deve adorar. Esses tipos de governo criaram grupos religiosos autorizados e se opõem a outros. Esta é a razão pela qual você sempre ouve falar da perseguição daqueles que não fazem parte das religiões estabelecidas da besta.

Os governos, certos grupos religiosos e políticos que estão sob o controle do maligno, são máquinas que produzem propaganda que leva à confusão da humanidade. Frequentemente, o que esses grupos anunciam como fato nada mais é do que uma mentira flagrante misturada com verdade suficiente para causar confusão entre aqueles que a ouvem ou leem. Os atuais governos e a mídia de seu mundo são especialistas em espalhar propaganda.

O maligno sabe que a mistura de ganância, controle, confusão e carnalidade leva ao terror e ao pânico entre as pessoas do mundo. Algumas pessoas ficam com tanto medo que perdem toda a esperança no amanhã. Quando isso ocorre, o maligno é bem-sucedido.

Quando uma pessoa pratica ganância, controle, confusão e carnalidade, ela está imitando a besta (satan). Em outras palavras, eles têm a marca dabesta porque são como a besta em suas ações e pensamentos.

O livro do Apocalipse na Bíblia cristã se refere a não ser capaz de vender e comprar a menos que se tenha a marca da besta. Se alguém se recusa a agir como a besta, muitas vezes é excluído de suas riquezas e câmaras (segredos), tesouros e círculos internos. Os seguidores da besta riem daqueles que praticam a retidão. Se você se levanta contra o aborto, os incrédulos riem e zombam de você.

Ninguém é forçado a ter a marca da besta. Uma pessoa decide por si mesma se é ou não gananciosa, pecadora ou narcisista. Se uma pessoa escolhe acreditar que a marca da besta é algo diferente do que foi declarado aqui e nas Escrituras da Luz, então você caiu nos truques da besta e é um provável candidato a ser ferroado com sua marca.

Os verdadeiros adoradores do Criador são aqueles que oram contra tais vícios. O povo do Pai Eterno pratica uma vida virtuosa que traz honra e glória ao Criador.

Em vez de cair em uma vida de completo pavor, caia de joelhos diante da presença do Eterno dos céus mais elevados. É Ele quem te confortará emtempos de angústia. Ele te dará uma mente de paz e um coração de amor. Conforte outros com Suas promessas de que um dia a humanidade não estará mais sob o domínio da besta.

Confie no Pai Celestial e ande em Sua luz e você saberá da paz que vem àqueles que não são deste mundo.